Juró a sus amigos que lo haría todo por sí mismo y sin ayuda. Ellos decían que el era demasiado torpe para ser paracaidista. Abordó en su avión temprano esa mañana y mientras descendía en el aire, después de abrir su paracaídas, se sintió inteligente al hacer una brillante deducción: "Ahora que lo pienso… no existe manera de que el piloto automático de mi pequeño avión lo haga aterrizar… ¡Creo que he perdido mi avión!".
domingo, 7 de junio de 2015
Torpemente solo.
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