viernes, 27 de marzo de 2020

¡NUEVA VIDA! ¡NUEVAS METAS!

Entonces… ¿quiere decir que de repente te han cambiado todos los planes? Puede que no sea demasiado sencillo reorganizar todo de nuevo, eso es verdad, pero tampoco es imposible hacerlo. Lo más importante es que mantengas presente que la mejor ayuda con que cuentas es poder mantener la armonía entre tu cuerpo, tu espíritu y tu mente. Armonía significa equilibrio, que los tres vayan a la par, al mismo tiempo, en el mismo sentir. Pero, ¿cómo se logra eso? ¡Buena pregunta! Para conjugar el cuerpo, la mente y el espíritu, primero tienes que sentirte capaz de hacerlo, porque en realidad todos nosotros estamos equipados con las herramientas necesarias para vivir en completa armonía. Es imprescindible que lo creas, porque es la pura verdad. ¿Estamos claros? ¡Muy bien! ¡Esa es la actitud!
El segundo paso es la acción, llevar las palabras y el pensamiento a los hechos. El cuerpo necesita ejercicios, buena alimentación, higiene permanente, y descanso adecuado; la mente necesita pensamientos positivos, ejercicios de concentración, meditación, y serenidad; mientras que el espíritu es sumamente especial, porque no necesita demasiadas cosas, lo único que necesita es confianza y seguridad. Confiar en el Creador, porque Él tiene todo bajo control, y sentirnos seguros de que Dios nunca nos va a abandonar.
Cada día es una nueva oportunidad, si te cambiaron todos los planes es hora de aprovechar esta nueva oportunidad para revisar lo que tenías, armar nuevas estrategias, preparar nuevas metas, y sentirte con nuevas fuerzas para vivir esta nueva vida. ¡Atrévete a creer! Con la ayuda de Dios todo lo podemos.

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