Los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar, llegaron en sus camellos a la casa de un niño que se había portado medianamente bien durante el año pasado. Le llevaban un trencito de madera y un camión de bomberos de los que se manejan a control remoto. Debajo del árbol de navidad encontraron un sobre cerrado dirigido a ellos y dentro del sobre hallaron una nota escrita a mano que decía: "Queridos papá y mamá, ya tengo nueve años de edad y no creo en los Reyes Magos. Sé que son ustedes quienes me compran mis juguetes y regalos, así que por favor les pido que me dejen un trencito de madera y un camión de bomberos a control remoto. Los quiero mucho, su hijo". Melchor, Gaspar y Baltasar se pusieron muy tristes porque aquel niñito no creía en ellos y, luego de revisar el código de los Reyes Magos, comprobaron que les estaba prohibido dejarle regalos a los niños que ya no creían en ellos. Fue así como salieron de aquella casa sin dejar juguetes y nunca más volvieron por ahí.
Moraleja: si no te dejaron los reyes, seguramente hace rato dejaste de creer en ellos.
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