sábado, 4 de noviembre de 2017

Prefiero decir: "Te quiero".

Vanamente escudriño el firmamento neuronal que contiene la lexicografía por mi mente conocida… queriendo formar la frase más perfecta… más certera… nunca usada… intenciones que se dispersan en la nada.

Insisto en liberar lo que encierra mis pensamientos y produce estallidos de protones y neutrones en mis sentimientos. Minúsculas partículas de amor que se rebelan, que gritan y se callan, se sumergen y emergen… se materializan y se desvanecen…al unísono… en concierto. Y yo ¿qué siento?

Auténtica extrañeza que descifra la metafísica esencia en que subyace lo sublime, que se resiste a confiar en dos palabras la misión de transmitir el significado del conocimiento pleno y nuevo que a mi vida ha llegado.

Si es injusto repetir en dos palabras, ocho letras, aquello que desde el génesis de mi existencia ha retumbado en mis oídos: a veces… sonido tan triste, a veces tan divertido, pero, al final… sonido tan conocido… no quería rendirme, ni Sucumbir a la tentación de pronunciar, con aire proveniente de los mismos pulmones que exhalan energía para formar otras veces palabras tristemente frías, las prodigiosas palabras que habrían de proyectar el reflejo de la nueva vida mía. Y yo ¿qué soy?

Espíritu que celebra la manifestación material de lo que el poder divino ya había concebido; una fiesta armoniosa de amor y alegría que adrede prolonga la madrugada para que nunca llegue el alba en la que usualmente culminan todas las celebraciones; un cuerpo físico que duele ante el anhelo de fundir sus poros con la materialización de lo espiritual que constituye la renovación de su energía…. Complemento de la vida mía.

Podría inventar esa frase. Podría incluso crear un conjunto de símbolos distintos al imponente alfabeto que enlaza el columpio que domina los vaivenes de este mundo vacío… un lenguaje que sería sólo tuyo… un idioma que sería todo mío.

Pero, ¿acaso comprenderías? ¿No tendría que explicarte cada norma, cada regla… y esperar hasta que la entendieras a cabalidad? ¿Valdría la pena la espera? Si ya es suficiente el tiempo transcurrido desde que en la Tierra vi la luz hasta que llegaste tú… si las noches son claras y los días oscuros cuando pienso que no sabes que inspiras todo por lo que hoy vivo… lo mejor que de la vida espero… sí, lo digo, aunque millones lo dijeron primero, aunque trillones lo dirán después… lo digo, porque eres mi espejo, porque contigo soy hombre nuevo… sí. Prefiero decir: "Te quiero".


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