miércoles, 29 de julio de 2020

Sólo ella y más nada.

Pues la mente puede hacer jugadas inesperadas, si confundes atajos y veredas creando en el cerebro un crucigrama… creyendo que has logrado conducirte por senderos conocidos al extraviar los caminos. Entonces sí tiene sentido que sienta aturdido el contenido de la cavidad craneal cuando en ella invierto todo mi pensar. Y a lo mejor siento frío e intermitentes desvaríos al solucionar los dilemas que concluyen en hacer suyo todo lo que creí mío. Poco importa tener nada si es tan hermosa la dama que inhibe los amores que la vida me otorgaba y luego dice que es y será para siempre sólo ella y más nada. Supuestamente era así: yo todo para una y una sola para mí. Supuestamente sí. Extraños supuestos que tardan en llegar a pretender suprimir fijaciones enmarcadas y decir otra vez.. sólo ella y más nada. Resistirme no puedo si no quiero y puedo si quiero, como si fuera la vida sólo un juego que incita incesantemente a desear olvidar lo que deseo para siempre recordar. Si hasta Pablo dijo hago lo que no quiero, y comienza la lucha sin final, acciones y omisiones, ¡bárbaras cosas vanas! Una margarita deshojada, me amaba, no me amaba, me amaba… y queda la verdad que no puede ser cuestionada: ¡Sólo ella y más nada!

jueves, 2 de julio de 2020

El bien para la humanidad.

El día que decidamos entender que lo único verdaderamente valioso que existe es amar la creación y cuidarla, comenzando por nuestros semejantes e incluyendo el planeta en que vivimos, ese día seremos suficientemente inteligentes para avanzar hacia un destino mejor. Podremos vencer y erradicar del mundo las enfermedades porque los cerebros más brillantes de la humanidad trabajarán unidos para que así suceda y dejaremos atrás la competencia por ejercer el dominio los unos sobre los otros; conquistaremos el universo y podremos viajar a otras galaxias sin obstáculos ni dificultades, encontrando planetas similares al nuestro y tierra fértil y abundante sobre la cual sembrar una nueva vida para la humanidad; elevaremos el nivel espiritual del hombre y el bien reinará con poder sobre nuestros corazones, tendremos corazones limpios y sinceros y será natural amarnos y vivir sin envidias ni rencores. Podemos comenzar hoy mismo, en este instante… Por el día de hoy, sólo por hoy, desea el bien a tu prójimo, incluso a aquellos que has creído que te desean el mal. Bendice a todo el que llega a tu pensamiento, a todo el que hables o escuches, bendice a la humanidad y desea en tu corazón que los seres humanos comencemos a amarnos con sinceridad. Hazlo por el día de hoy, con tu mente y tu corazón, piensa solamente en el amor y regala una sonrisa sincera, llena tu vida de amor y compártelo con todos los demás. ¡Decidamos el bien para la humanidad!