sábado, 16 de mayo de 2020

Un millón de planes para mí.

Dentro de mi filosofía de vida está el ejercer mi derecho inalienable de elegir la forma en que entiendo que me conviene vivir, es una conveniencia flexible, adaptativa, variada y limitada sólo por la prudencia, el respeto al derecho ajeno, y, no siempre, la cordura. Una de las prerrogativas que gracias a Dios me he concedido es la de crear un portafolio personal con un millón de planes que algún día pretendo realizar. Sí, yo sé que una sola vida no será suficiente para llevarlos a cabo, pero eso es lo de menos, vivo un día a la vez y en este día sólo puedo hacer lo que Dios, el tiempo, la vida y mi disposición me permitan hacer. Son planes acordes con mi paz interior, porque sé que solamente podré hacer aquellos que me sea permitido hacer; Aferrarme a algunos de esos planes no es una opción porque necesito plena libertad de acción y pensamiento para llevar a cabo los que tengo al alcance de mi mano. Son prioritarios los que considero más viables y que puedan brindar aportes o beneficios a la vida en sentido general: buscando amar a mi prójimo como a mí mismo me amo. Amar a Dios y ser feliz son mis más tangibles realidades y por lo tanto no son planes, lo dicho: son mis realidades. Mientras tanto, en este día pondré lo mejor de mí en seguir construyendo las posibilidades para la elaboración oportuna de mi millón de planes.

viernes, 8 de mayo de 2020

Te amaré más todavía.



Soy sincero cuando digo que en el amor siempre he creído.
Soy honesto cuando exclamo que tan sólo a ti te amo.
El mundo insistía en demostrar que el amor ya no existía.
No dudé cariño de mi vida, sabía que tú llegarías.
Mentiras que entretenían pero no me confundían…. Mi alma por ti vivía.
La certeza de saberte, la sensación de estremecerme al sentirte.
Jamás pude haber dudado de que la vida a tu lado por siempre iba a sonreírme.
Y hoy que tengo tu sonrisa, que el mundo ha vuelto a creer en el amor… hoy que crece lo que siento y te amo con mi alma, mi corazón y mis pensamientos… quiero asegurarte vida mía que te amaré hasta el final de los tiempos.
Si un día no queda tiempo, si un día no queda en la tierra vida, si el Señor me lo permite te amaré más todavía.

sábado, 2 de mayo de 2020

La felicidad está en todos lados.

El estado natural del ser es exactamente el que los hombres denominan "felicidad". Está en cada pequeña partícula que compone la existencia, es imprescindible para la vida… es la misma vida. La felicidad es tan inherente al ser que aún los más pesimistas de entre los hombres admiten y reconocen que, según sus propias opiniones, la felicidad es efímera, lo cual quiere decir que ellos ya la han conocido de cerca… sólo que no se dan cuenta que hablan de ese modo sobre la felicidad porque siempre ha estado presente en sus vidas, porque la han visto de cerca, porque la felicidad es parte de sus rutinas. Algunos piensan que deben buscar una excusa justificativa de sus desaciertos e inconformidades y encuentran en la felicidad, amiga incondicional que siempre está presente, al blanco perfecto sobre quien depositar las faltas que pueden haber cometido. Entonces dicen que la felicidad es pasajera, que no existe, que es difícil de encontrar. La felicidad está en todos lados y no hay que buscarla, porque siempre está.